Negocia como un experto: 4 trucos psicológicos infalibles
Lo sabemos: negociar no siempre es fácil y a veces parece un juego complicado. Pero tranquilo, porque con las herramientas adecuadas puedes convertirte en un negociador muy hábil. Solo necesitas aplicar estas cuatro estrategias psicológicas, sencillas pero potentísimas, para abordar cualquier negociación, desde cerrar un trato o conseguir un aumento hasta alcanzar un acuerdo personal ventajoso. ¡Sigue estos consejos y verás que lograr tus objetivos será mucho más fácil y natural!
1. Reciprocidad: da algo para recibir algo
La reciprocidad funciona porque, cuando alguien recibe un favor, se siente casi obligado a devolverlo. Ofrece de entrada algo valioso, por pequeño que sea (un café, información útil o un gesto amable). Si negocias un contrato, por ejemplo, empieza solucionando un pequeño detalle que sabes que es importante para la otra parte o comparte información valiosa que no tiene. Ese gesto inicial hace mucho más probable que luego estén dispuestos a concederte algo.
2. Compromiso y coherencia: logra que digan sí a lo pequeño primero
Una vez que alguien dice sí, tiende a querer ser coherente con esa respuesta. Empieza con peticiones pequeñas, fáciles de aceptar, y consigue un acuerdo inicial. Si vendes un coche, pregunta primero si les gusta el color o el modelo; cuando llegue el momento de hablar de precio, les costará más echarse atrás. En una negociación laboral, confirma primero puntos menores –plazos, métodos de trabajo– y verás que será más natural obtener un sí en asuntos más importantes.
3. Prueba social: «Todo el mundo lo hace»
Las personas buscan a menudo confirmación en las decisiones de los demás. Si negocias un aumento, muestra que otros colegas o personas en tu puesto ganan más: «He visto que, en este cargo, el salario promedio es superior». Aporta testimonios o estadísticas: tu petición resultará difícil de ignorar.
4. Escasez: ¡ahora o nunca!
El miedo a perder una oportunidad es muy poderoso. Haz ver que tienes otras opciones o que el tiempo se agota. Por ejemplo: «Este sofá me gusta mucho, pero he visto uno similar en oferta; si puedes mejorar el precio, lo compro ahora mismo». En una negociación laboral, puedes señalar que valoras otras ofertas interesantes. Esto crea urgencia y anima a la otra parte a cerrar el trato rápidamente.
Consejo extra: el lenguaje corporal
¡El no verbal importa! Mantén contacto visual, usa un tono de voz calmado y firme, y adopta una postura abierta y relajada. Esto refuerza tu credibilidad y autoridad durante la negociación: no es solo lo que dices, sino cómo lo dices.
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